Andares
Han pasado varios años desde la última entrada. Ha pasado de todo, y no se ha obtenido nada, El leer y el escribir siempre habían colmado mis vacíos y calmado mis angustias. Ahora, casi cercano a los 50 años siento que ni las comidas mas deliciosas colman mi hambre, y el agua más pura sacia mi sed. Pensar que con el tiempo las cosas se solucionan se asemeja mucho a barrer la suciedad debajo de la alfombra, de cuando en vez, cada noche los recuerdos asaltan, mostrándote que eres producto de ellos y que ellos marcan tu derrotero. Quizá el contar historias hubiese sido mi salida a cada evento incorrecto de mi vida, pero ahora la voz anda apagada el aliento escasea. Pensar como el adulto que debe cumplir obligaciones, aplasta al ser humano que quiere soñar y hacer que las mentes de las personas vuelen con uno. Quizá son peroratas de un viejo (ya me ando acostumbrando a esa palabra), que busca lustrar un poco el brillo juvenil de su alma.
