Minificciones: Objeto de deseo
Desliza su mano tiernamente bajo la sábana, buscando aquel objeto de deseo y su corazón se acelera al ver al hombre que yace al lado de su cama, el respirar se agita al contemplar su sueño.
Un leve movimiento hacia el costado, una caricia involuntaria, esa sensación extraña del tacto ajeno, aquel objeto extraño y a la vez tan cotidiano, que le une y a la vez la aleja del amor.
Siente su extraña forma, sus dedos tiemblan recorriendo aquel tótem que le vincula a su ser amado, su corazón late con violencia, sus pechos marcan la marcha de su respiración agitada, una mirada a esa humanidad que yace a su lado, y un leve suspiro.
Corre levemente la sabana, de manera casi imperceptible empieza a posar las yemas de los dedos, muy gentilmente sobre aquel artilugio, pulsa delicadamente cada una de las partes de aquel ingenio el cual hace que sus hormonas y su endorfina inunden su sangre; siente como aquel calor surge en su abdomen... y como empieza a invadirla. A duras penas puede encajar ideas, mas deja que sus deseos hablen por ella:
Te deseo... quiero estar entre tus brazos quiero que estés dentro de mi.. quiero sentir el impulso de tus venas explotar violentamente dentro de mi, quiero que recorras mi cuerpo de principio a fin.... te amo
Al terminar de enviar el mensaje de texto, ella levemente va dejando en la mesa de noche el teléfono celular, mientras mira con desprecio y burla al esposo que yace a su lado
Un leve movimiento hacia el costado, una caricia involuntaria, esa sensación extraña del tacto ajeno, aquel objeto extraño y a la vez tan cotidiano, que le une y a la vez la aleja del amor.
Siente su extraña forma, sus dedos tiemblan recorriendo aquel tótem que le vincula a su ser amado, su corazón late con violencia, sus pechos marcan la marcha de su respiración agitada, una mirada a esa humanidad que yace a su lado, y un leve suspiro.
Corre levemente la sabana, de manera casi imperceptible empieza a posar las yemas de los dedos, muy gentilmente sobre aquel artilugio, pulsa delicadamente cada una de las partes de aquel ingenio el cual hace que sus hormonas y su endorfina inunden su sangre; siente como aquel calor surge en su abdomen... y como empieza a invadirla. A duras penas puede encajar ideas, mas deja que sus deseos hablen por ella:
Te deseo... quiero estar entre tus brazos quiero que estés dentro de mi.. quiero sentir el impulso de tus venas explotar violentamente dentro de mi, quiero que recorras mi cuerpo de principio a fin.... te amo
Al terminar de enviar el mensaje de texto, ella levemente va dejando en la mesa de noche el teléfono celular, mientras mira con desprecio y burla al esposo que yace a su lado
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