Velitas

Qué bueno que pasó velitas... Qué malo que se siga quemando gente; que pésimo que se quemen infantes... Ah! padres para mulas y niños para inquietos.

Aprovechando que me dio la maluquera más macha en esos días, me puse en la tarea de hacer el aseo de la casa, eso incluye la sacada de tapetes, su respectiva cepilladita y su “oriadita” para que no huela a feo cuando se coloquen de nuevo en su sitio, la aseada del monstruito cabeza de silicio la lavada de piso entre más efectos de aseo varios, antes de encuarentenarme para no contagiar a mi hija con mi peste negra.

El caso es que me cogió velitas maluco, sin bañar, pero con ganas de mostrar mi ceniciento rostro por la calle y mirar lo mismo que uno mira por estos lares un día de velitas:

10 de la mañana: empiezan las filas de señores a las tiendas comprando las canastas de cervecilla para ir calentando motores, o para acompañar la pintadita de la fachada o la simple decorada de la misma, yo mientras observaba cual simoncito como se paseaban impúdicas ellas llenas de chupe de un lado hacia otro y por el frente de la casa.

2 de la tarde: empiezan a darse las primeras señales del festival casa-audio, a ver quien tiene el equipo de sonido que haga más escándalo en la cuadra (pude contar al menos, si el oído no se me jodió con alrededor de 6 participantes)

6 de la tarde: se empiezan a aglomerar hordas de gotereros en las casas-audio concursantes, y salen los infantes a correr cual perros de azotea recién liberados por todo lado, se van retirando casas concursantes y empieza a hacerse la adhesión a las que sacan los bafles de mayor tamaño.

8 de la noche: la cuadra es un hervidero de niños sobrecargados de esa mierda de champín, tres equipos de sonido haciendo acopio de toda la energía eléctrica de la casa para poder ensordecer a los incautos que pasen por ahí, la competencia al escándalo se hace mas frenética; los ya entrados en tragos andan en indecisión, entre coriarse a grito herido la última de chente que suena en la esquina o bluyiniar con el regueton de la casa del lado, o ponerse guapachosos con las clásicas de los hispanos que tienen en otra casa. Otros más envalentonados por el alcohol, sacan las velas romanas que compraron en las afueras de la ciudad a costos exorbitantes, para animar al transeúnte con el espectáculo de las lucecillas esas, y si andamos mas de buenas, con la sancochada del pirotécnico de peso.

10 de la noche: todos bailan al son de la música que vaya sonando, así que ya no hay tanta la competencia, solo se debe procurar que los decibelios empleados en el entretenimiento se mantengan constantes. Ya se ven los conatos de incendio provocados por nuestros nerones en las esquinas de las cuadras… usan lo que esté a la mano para alimentar la llama, ¡ incluso piedras ! qué se yo... Sólo falta tener la catapulta y lanzar piedras calientes a los otros niños.

Medianoche: ya entrado en enojo por la bulla tan horrible, decido jugar call of duty, y descargar mi enojo contra los terroristas de mentiras, por la bulla tan horrible que me impedía disfrutar de mi librito nuevo. Se viene la hora de juzgar a la casa-audio mas bulliciosa de la noche así que san Pedro decide tomar cartas en el asunto: arranca a llover y solo una casa éstas quedó en pié con bulla adelante y borrachos bailando. Bien por ellos jijuemadres !!. acabé el juego en tiempo récord (la gana de dar chicharrón a diestra y siniestra me animó) y me enchipé a dormir.

El lunes fue día complementario, en la mañana las mismas filas para comprar cantidades industriales de alcohol ahora se formaba para comprar cantidades industriales de cifrut (la quatro quedó destronada en las bebidas palia-guayabo), los desayunaderos atestados de gente, acabando con las existencias del tan preciado caldito de costilla y de pescado; los muérganos casi no me dejan caldo (yo desayuno caldo todos los fines de semana), regreso a casa me dispongo a escribir este post, y oh sorpresa… se me ha sancochado la línea telefónica, así que no hay internerd, ok Word es tu amigo, así que me dispongo a…………. mierda!. La fuente del emputador saca la maleta así que ni modos, lo escribiré en papel, y lo subiré desde la oficina; así que lo haré mas tarde... quizá en la noche.

Ya entrada la noche, viendo la película del canal caracol (no sé porqué las comedias románticas me están empezando a gustar), empecé a hilar ideas sobre el papel cuando se siente tremendo estruendo, emisión de luz fuerte y brillante, y luego tinieblas… ¡se ha ido la cochina luz!. El caso es que cuando salí a echar un ojo al transformador que hay cerca a la casa, pillo un gato hecho chocapic(*) en el suelo en la base del poste donde está el transformador ese, así que malaya sea la suerte, a andar a oscuras hasta que los técnicos de codensa vengan a reparar el daño aquel, cosa que sucedió el martes a las 4 de la mañana, para infortunio de mi sueño, otra vez.

Amigo lector(a), que tal su puente de velitas?

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* reza el chiste: iba un negro por los campos de trigo, pisó una mina y paf! se hizo chocapic


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Comentarios

Ivan Andrade dijo…
Estuvo escandaloso su puente de velitas! El mio fue etílico pero relajado, porque había trabajo que hacer.

Suerte.
Nightwriter dijo…
interesante puente eso parece una de esas historias de otro famoso blog...la madre que no le convenía dirían las mamás
mi puente fue mas bien chévere,estaba de viaje tomando alguitom de sol, lo malo fué cuando llegué a Bogotá y me recibió una densa nube gris... para variar...

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