Monstruo Cabeza de Calcio

en mi vida casi todo son monstruos, "traumas" y demás patologías de la conducta, los mismos que hacen que cada uno sea un ente único, distinto de los demás. Uno de esos traumas es el índice; ese ser funesto que se extiende enhiesto. Hacia mi rostro, con el único fin de ser la herramienta de la constante regañadera de todo aquel que desapruebe mi conducta.

Si... lo admito, es como en el refrán “no soy un buen ejemplo, pero soy un buen aviso”, aunque eso es discutible desde el punto de vista ético (cosa que no viene al caso en este momento), he hecho y dicho cosas de las cuales puedo arrepentirme o enorgullecerme, el caso es que el vivir con ese maldito cabeza de calcio siempre enfrente mío, hace que pierda la noción del hoy, y que siempre viva en función de lo acontecido o lo dicho. Muy bien lo dijo Sandra hace poco, nadie perdona ni deja pasar lo acontecido; así que se vuelve a la frase trillada “somos lo que hicimos, lo que dijimos, donde crecimos, como nos criaron…”. El cambio no existe. “nadie cambia, solo aparenta hacerlo”.

Es decir que el ser humano está condenado a vivir una historia cíclica, donde lo evolutivo es dedicado a ellos que se autoproclamen superiores a los demás (y sí… eso es por ti), y aquellos que simplemente somos silenciosos guardianes del tiempo, gestores anónimos de vidas fútiles, seremos los “señalados”… pues “ni mierda”, apelaré al rencor que abriga el ser humano al sentirse vulnerado, menoscabado, para demostrarte que estas equivocada, que todos cometemos enormes errores, que todos queremos enmendarlos, que siempre queremos ser mejores, que aunque disfrutamos de cosas “sin valor” para ti, no somos inferiores, simplemente somos más sencillos.

A estas alturas hay tantas palabras en la cabeza, queriendo salir al tiempo, que simplemente hacen que me bloquee, digamos que este post será por estilo de esas famosas “cartas imposibles” que suelo leer.

Nota:... el site anda cerrado por mantenimiento.. pero es muy recomendado

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